Oposición cumple amenaza y derriba segunda propuesta de Boric para Fiscalía Nacional rechazando a Marta Herrera

Después de casi seis horas en que la Comisión de Constitución de la Cámara Alta escuchó las respuestas a múltiples preguntas y tras entregar a los senadores una presentación de 34 carillas con el programa a que se comprometía, la actual directora de la Unidad Especializada Anticorrupción y Jurídica de la Fiscalía Nacional, Marta Herrera Seguel, no convenció a la mayoría de los integrantes de la instancia, pues sólo su presidente, Matías Walker (Demócratas), apoyó la nominación. Ese es el escenario con que su nombre llegó a la Sala de la Cámara Alta para ser analizado y votado, siguiendo el mismo destino de José Morales.

Marta Herrera es abogada de la Universidad de Chile, máster en Derecho con especialización en litigio oral de la California Western School of Law de Estados Unidos y posee un pos título en agresiones sexuales. 

La nominación de Marta Herrera fue rechazada por 26 votos a favor, 11 en contra y nueve abstenciones en el pleno del Senado.

En la actualidad ejerce como directora Unidad Especializada Anticorrupción y Jurídica de la Fiscalía Nacional. Durante su trayectoria se ha desempeñado como jefa de la Unidad de Asesoría Jurídica de la Fiscalía Regional Metropolitana Occidente; secretaria abogada del Consejo General del Ministerio Público; jefa de la Unidad Anticorrupción y vocera del Ministerio Público, además de integrar las áreas de Estudios, Evaluación, Control y Desarrollo de la Gestión, Atención a Víctimas y Testigos y la Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violentos, de la Fiscalía Nacional. 

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A favor y en contra

En contraste con la opinión del resto de la comisión, Marta Herrera “cumple con las condiciones de idoneidad y experiencia”, dijo Walker al cierre de la labor de la instancia que encabeza, postura distinta a la de todos los demás integrantes que, si bien compartían la idoneidad de la candidata, hicieron hincapié en su cercanía a Jorge Abbott y la nula autocrítica que habría realizado Herrera respecto de esa gestión, pese a que ocupó siempre altos cargos en el Ministerio Público, que es lo que le habría jugado en contra.

De hecho, el senador Pedro Araya (indep. PPD) defendió su punto en la Sala, de que le costaba creer que siendo la tercera en la escala de cargos del Ministerio Público, Herrera no fuera capaz de corregir lo que Abbott estaba haciendo mal, entonces, menos podría hacerse la convicción de que siendo fiscal nacional haría un buen trabajo.

Lo que llamó la atención fue la postura del senador Rojo Edwards quien calificó a Herrera de “buena candidata dada la situación que hay” y que “demostró temple” para encabezar un organismo como el Ministerio Público, cerrando su intervención con el anuncio de que votaba a favor. Y los senadores Luz Ebensperger (UDI) y Rodrigo Galilea (RN) –ambos integrantes de la Comisión de Constitución- defendieron la postura de su sector en contra de Herrera insistiendo en el argumento de que ocupando cargos de relevancia en el Ministerio Público no hizo nada para cambiar lo que se estaba haciendo mal y, por lo tanto, no cuenta con la capacidad para mejorar el organismo.

“Firme convicción” del gobierno

Al momento de la votación, el presidente del Senado dio cuenta de dos permisos constitucionales –de los senadores Fidel Espinoza (PS) y Manuel José Ossandón (RN)–, por lo que el quórum de 2/3 bajó de 33 a 32 senadores. De no alcanzarse –advirtió– los 32 votos a favor, quedaría rechazada la nominación.

Pese a que la ministra de Justicia Marcela Ríos aseveró que no se puede seguir postergando la labor de la Fiscalía y que el Gobierno tiene la “firme convicción” de que Herrera es la candidata más preparada de la segunda quina, no consiguió conquistar los votos necesarios para que la candidata contara con el respaldo necesario.

De hecho, la nominación de Herrera fue rechazada por 26 votos a favor, 11 en contra y nueve abstenciones, con lo que no alcanzó los necesarios para su aprobación por amplio margen. De este modo el Senado le propinó un segundo golpe al Gobierno del presidente Gabriel Boric. Si el primer nombramiento se cayó con votos del oficialismo, esta vez no solo contribuyó el Socialismo Democrático, sino también la oposición, que sí apoyó de manera entusiasta la nominación de José Morales el 30 de noviembre.

Tal como se había explicado tras el rechazo de José Morales, que gran parte de la oposición respaldó, a partir de ahora la Corte Suprema debe enviar otra quina al presidente Gabriel Boric. El mandatario tiene que elegir un nombre y enviarlo al Senado para que lo ratifique. Y así sucesivamente hasta que la propuesta sea ratificada por la Cámara Alta con un quórum de 2/3, es decir, 33 votos a favor.